El largometraje del director John Crowley, We Live in Time, escrito por Nick Payne (The Last Letter from Your Lover) es una película con actuaciones sobresalientes de los dos protagonistas. Hacen que el guión deje de parecer un remake de otras películas románticas en las que la pareja se encuentra luchando contra una enfermedad. ¿Quién no va a llorar (o al menos se le van a nublar los ojos) cuando una encantadora pareja (Florence Pugh y Andrew Garfield) se enfrenta a no vivir el resto de sus vidas juntos debido a problemas médicos?
Para empezar, no me emocioné y eso me sorprendió. Disfruté viendo la película, pero el uso de una narrativa no lineal puede haber contribuido a que me sintiera un poco confundido al principio. En ocasiones me encontré tratando de mantenerme al día cuando la historia saltaba de una parte de su relación a otra. No es que no me gusten las narrativas no lineales, pero sí hizo que fuera un poco difícil entender dónde estaban en su relación. Este puede no ser el caso para otros fanáticos del cine. Cualquiera de nosotros de cierta edad que se estaba convirtiendo en adulto joven hace unas décadas no ha olvidado cómo nos hizo sentir ese drama romántico ganador del Globo de Oro con una tragedia. Felicitaciones a los cineastas por elegir una forma diferente de contarnos esta historia de una manera ligeramente diferente.
Almut de Pugh habla con su compañero Tobias (Garfield) sobre su situación de vida y luego la audiencia también se entera de su condición médica. Toman decisiones juntos la mayor parte del tiempo, pero luego no lo hacen, y se enfrentan al respecto.
Aunque menciono que el guión es como los dramas románticos trágicos anteriores, hay una escena muy memorable entre ellos cuando están en público y deben abordar sus necesidades en ese momento. No quiero estropearlo mucho, pero la actuación de los distintos actores en esa escena es digna de libros. Es una escena seria, pero hay suficiente en el guión que involucra a los diferentes personajes como para que sea entrañable.
No evites la película si crees que se sentirá predecible. Es una buena historia con grandes actuaciones. La química entre Florence Pugh y Andrew Garfield es fenomenal.
En cines ahora después del estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2024. Clasificación R por lenguaje, sexualidad y desnudez. Duración: 107 minutos.
Fuente: A24