En la película española Everyone Will Burn (Y todos arderán), la historia se desarrolla en el pequeño pueblo de Rozas del Monte. Hay algo de historia en el pueblo de una acción tomada en 1980 por algunos lugareños que se hizo en un esfuerzo por liberarlos de una supuesta maldición de un evento apocalíptico. Cuatro décadas después, todavía no se discute y se esconde debajo de la alfombra, pero hay una sombra de memoria que vive en una canción de cuna para niños. Y todos arderán está dirigida por David Hebrero (Dulcinea, 2019), a partir de un guión que escribió junto a Javiar Kiran. La historia se traslada al presente con una vecina del pueblo, María José (Macarena Gómez), al borde de acabar con su vida tras una gran pérdida en su vida. Durante más de una década ha estado en duelo por la pérdida de su único hijo, Lolo, quien era acosado por compañeros de escuela “por ser diferente”, y posteriormente, su esposo David (Rodolfo Sancho) la dejó y se volvió a casar con Ari (Ella Kweku) que ahora está embarazada. El hecho de que en este pequeño pueblo, el hijo del alcalde Antonio (Guillermo Estrella) quien se encuentra entre los perseguidores de su hijo, quede impune, es una herida abierta. Se siente condenada al ostracismo por los residentes del pequeño pueblo.
Para algunos lectores (o espectadores que hayan visto la película), la historia puede interpretarse como melodramática, un montón de chismes pueblerinos y otras descripciones. Cuando María José está a punto de salir de este mundo, aparece una personita con ropa andrajosa y embarrada y la llama “mamá”. Tras cuestionar quién aparenta ser una niña (Sofía García) por su altura, no da nombre ni de ella ni de sus padres. María José decide llevarla a la comisaría en busca de ayuda. En el camino a la ciudad, dos autos policiales la detienen. La pequeña ve que la ley como amenaza, especialmente hacia María José, por lo que toma el asunto en sus propias manos (o cuerpo). Uno queda quemado en donde estaba. Los cineastas no están escribiendo una telenovela aquí. María José decide albergar a Lucía en su casa, escondida de los fisgones pueblerinos. La sensación de volver a ser mamá es abrumadora.
A pesar de observar los poderes sobrenaturales que mostró Lucía, María José establece un vínculo con ella que la mayoría de las personas no pudieran. La niña esconde unos orígenes muy oscuros y cuando la ven en la ciudad, se percibe que no es una persona común. Los aldeanos acusan a Lucía de matar a los lugareños, por lo que los líderes del pueblo amenazan a María y su familia. Se reaviva la profecía local de un apocalipsis inminente. Lucía no se toma bien las amenazas. Su ira atraviesa la pantalla con toda su fuerza.
Las dos actrices, Gómez y García, son perfectas para interpretar estos personajes. Gómez muestra una excelente gama de emociones dramáticas, desde la pérdida que ha vivido, algunos destellos de felicidad y una vez más, preparándose para enfrentarse con la gente del pueblo por otro niño y lo que ha estado reteniendo durante todos estos años. La sonrisa espeluznante y la risa de Lucía deberían hacer que la gente del pueblo preste atención y se alejen, pero estos tampoco son vecinos comunes.
Es posible que parte de la mitología del guión no sea del todo clara sobre la historia y las profecías, pero, en última instancia, no encontré que esto fuera un impedimento para disfrutar de la película con los efectos visuales y las excelentes actuaciones de las actrices principales y algunos actores secundarios.
La película se estrenó en Norteamérica en el Fantastic Fest y se anticipa una futura fecha de estreno.
Fuente: Raven Banner Entertainment